domingo, 1 de diciembre de 2013

Experiencia Lázaro

Experiencia Lázaro

Hoy hemos realizado una prueba la cual consistía en primero ser el lazarillo de una persona que se hace la ciega con ojos vendados y después hacer de ciego y que nos guíe el otro que haga de lazarillo.
Al principio yo era el lazarillo y sentí mucha facilidad de la prueba y sentía que mi compañera era un poco torpe, sin embargo, cuando yo era el ciego me di cuenta de que lo había subestimado, al ir por la calle con los ojos vendados sentí un gran agobio al escuchar ruidos y además sentía miedo de chocarme o tropezar con algo.
Al ir de lazarillo andando iba mucho menos atento a las cosas de alrededor de la calle, hacía las cosas de modo automático, no obstante al ir caminando haciendo de ciego con la venda puesta al no tener el sentido de la vista que es el que estamos acostumbrados a usar estaba mucho más atento a toda la calle entera y a sentidos como el olfato o el oído a los cuales no les prestaba demasiada atención al ir de lazarillo.
Esta prueba me hace pensar que nos perdemos demasiadas cosas por no estar atentos a todos nuestros sentidos y que hacemos la mayoría de las cosas de forma automatizada.


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